No le confíes a nadie
Nuestros secretos más oscuros,
No le digas a nadie cómo moriremos.
Entre las fojas de este libro
Se esconde el verdadero dios,
Se ríe y te admira a ti.
Eres tan guapa como agita
La varita mágica en las manos
De una desconocida del sueño que había olvidado.
Estamos acostados encima de las nubes
Y el río corre abajo,
Nos han devuelto todas nuestras balas en buena moneda.