Ponme un bolero con ron,
camarero,
que los boleros con ron
parecen menos boleros...
Ponme un bolero con ron,
camarero,
que mezclado con licor,
aunque estruje el corazón,
duele mucho, mucho, mucho
mucho, mucho menos...
Él me quería tanto a su manera,
pero que extraña manera tenía de querer;
le contentaba verme por las aceras,
borracha de pena y sedienta de piel,
de su piel.
Ponme un bolero con ron,
camarero,
que si no bebo me muero,
ay... pero si bebo es peor.
Y aunque no seas mi amigo,
el destino ha querido
que seas tú, camarero,
el que heche los trocitos
de mi corazón al cenicero...
Ponme un bolero con ron,
camarero,
que los boleros con ron
parecen menos boleros...
Ponme un bolero con ron,
camarero,
que mezclado con licor,
aunque estruje el corazón,
duele mucho, mucho, mucho
mucho, mucho menos...
Ni un ataque de celos
ni una llamada
ni fulminante mirada
o cruel maldición
hubiera preferido una puñalada
a su risa indolente cuando se marchó,
cuando se marchó.
Ponme un bolero con ron,
camarero,
llena esa copa de nuevo
que ahogue mi resignación,
que aunque no seas mi amigo,
el destino ha querido
que seas tú,
camarero,
el que heche los trocitos
de mi corazón al cenicero...
Ponme un bolero con ron,
camarero,
que los boleros con ron
parecen menos boleros...
Ponme a mí otro bolero con ron,
camarero,
que mezclado con mi voz,
aunque sufra el corazón,
duele mucho, mucho, mucho
mucho, mucho menos...
Yo la seguía y ella me huía,
yo le buscaba y se escondió,
yo la besaba, ella me mordía
y se reía de mi amor.
Le veneraba y me maldecía
por santiguarme me comulgó
y me decía que me quería,
pero me daba sólo dolor.
Ponme un bolero con ron,
camarero,
que los boleros con ron
parecen menos boleros...
Ponme un bolero con ron,
camarero,
que mezclado con licor,
aunque estruje el corazón,
duele mucho, mucho, mucho
mucho, mucho, mucho menos...
Duele mucho, mucho, mucho
mucho, mucho, mucho menos...