Deslumbrada por la noche a base de luces mortales,
rozando los coches, los ojos como cabezas de alfiler.
Te esperé cien años en las calles en blanco y negro,
tú llegaste silbando.
Deslumbrada por la noche a base de luces mortales,
dando patadas a las latas, tan perdida como un navío.
Sí, perdí la cabeza, te amé e incluso peor,
tú llegaste silbando.
Deslumbrada por la noche a base de luces mortales,
¿Hay que amar a la vida o sólo verla pasar?
De nuestras noches de porros, ya no queda casi nada más
que cenizas por la mañana.
En este metro lleno de vértigos de la vida,
en la siguiente estación, pequeño europeo,
mete tu mano, bájala por debajo de mi corazón.
Deslumbrada por la noche a base de luces mortales,
una última vuelta al ruedo con la muerte al final.
Te esperé cien años en las calles en blanco y negro,
tú llegaste silbando.