Lo que vi, lo que escuché
Apareció frente a mí, seguí mi corazón
Escuché, creí
Ni siquiera me amaba tanto a mí mismo
Era como un cuento de hadas, una mentira de ensueño
Me desperté solo por la mañana
Morí muchas veces, siempre por ti
Volví muchas veces, siempre por ti
Me molesté en no entristecerte
Me arrastré para no hacerte pensar
Por la noche me convertí en un enorme fuego loco persiguiendo las estrellas
No soy nada, no soy nada