De esos ciento días todavía recuerdo
que a pesar del dolor de cabeza que yo estaba allí.
Maldita la tormenta, y me maldijo.
Me desperté en la noche,
en la oscuridad de espera.
Mis esperanzas estaban navegando el camino
con la melodía de la canción
escrito por los dos de nosotros,
mirando a la emoción del amanecer
que nunca voy a perder más.
Confundo bien y el mal, nunca.
Confundir la tierra y el mar.
Saludando a los gestos de un pasado
alegría negado
protegido bajo la sombra de un barco
para decir adiós.
Yo acunar a continuación lo hará
melancolía mojado.
Belleza, encanto y nostalgia.
Me pierdo en la hostilidad
eso no hizo que me quedara allí
y me vi obligado a decir adiós.
Me obligó a decir adiós.
Cerré las puertas,
temores y aprehensión.
Canté más fuerte
para detenerte y tenerte aquí.
En las notas de su canción
dedicado a mí
que suena en tu corazón
en la cuna del pasado.
Y descubrimos en el resplandor que
Me pregunto si ellos nunca verán.
Si tan solo tuviera más carácter y la locura
tu voz ahora seguiría siendo mía.
Yo acunar a continuación lo hará
bañado en la melancolía
Belleza, encanto y nostalgia.
Me pierdo en la hostilidad
eso no hizo que me quedara allí
y me vi obligado a decir adiós.
Me obligó a decir adiós.
Y recuerda faros y fuego
y arena que pisotear.
Dime una mentira, pero no me digas que te das la vuelta.
Te diré historias de pasión y juegos perdidos por ahora.
Sé que mi amor si pudiera no te dejaré.
Yo acunar a continuación lo hará
bañado en la melancolía
Belleza, encanto y nostalgia.
Me pierdo en la hostilidad
eso no hizo que me quedara allí
y me vi obligado a decir adiós.
Me obligó a decir adiós.