Y ahora siéntate en esa silla,
esta vez escúchame sin interrumpir,
hace tiempo que quería decírtelo.
Vivir contigo fue inútil,
todo sin alegría, sin una lágrima,
nada para agregar o dividir,
Yo también caí en tu trampa,
que pase el próximo, le dejo mi lugar.
¡Pobre diablo, qué pena me da!
Y cuando en la cama te pida más
se lo darás porque es lo que haces.
Como sabes fingir te viene cómodo.
Y ahora sé quién eres, y ya no sufro,
y si vuelves te lo demostraré,
y esta vez lo recordarás.
Y ahora desnúdate como sabes hacerlo,
pero no te ilusiones, no voy a caer,
te arrepentirás, bella sin alma.