Me pediste volar,
pero no sé hacerlo.
Estoy acostumbrado a levantarme a fuerza de caer.
Tú, que me abrazas con fuerza
porque no quieres que me vaya.
Primero una conversación y luego el amor en la autopista,
ocultos de todo y de nosotros.
Mañana, de nuevo, si quieres
y piénsalo, mientras respiras estás gritando.
Así que quédate otros cinco minutos,
bien sabes que luego serán horas
y pasaremos la noche
con los asientos reclinados y con un amanecer más.
Dejaste de estudiar,
te pusiste a trabajar
para ganar cuatro perras y un vestido de pasarela.
Y yo tengo un vacío en mi interior.
Tú, guapa y lastimada
por esa historia que te hizo daño y te cambió.
Pero ya no te preocupes si puedes,
mañana ya es tarde para nosotros
y piénsalo, mientras respiras estás gritando.
Así que quédate otros cinco minutos,
bien sabes que luego serán horas
y pasaremos la noche
con los asientos reclinados y con un amanecer más.
Así que quédate otros cinco minutos,
bien sabes que luego serán horas
y pasaremos la noche
con los asientos reclinados y con un amanecer más,
con los asientos reclinados y con un amanecer más.