Cuidado, es mi corazón.
No es mi reloj lo que tienes,
Es mi corazón.
No es la nota que te envié
que luego quemaste.
No es el libro que te presté
que nunca devolviste.
Recuerda, es mi corazón.
El corazón del que con gusto me separaría.
Es tuyo para tomar, para guardar o romper,
pero, por favor, antes de que empieces,
Cuidado, es mi corazón.