Mi voz humeante,
tus cálidos labios.
Cómo nos gusta pasar frío,
no nos gustan los clubs.
Así que con firmeza
toma mi corazón,
eso le bastará por mucho tiempo
para calentarse.
Transeúntes disgustados
porque vestimos vistosamente.
Les daría en la cara,
aunque ahora, no antes,
así estoy de desesperado,
estás tan elegante.
El palco perfecto
para una gala vacía.
Lloraban y lloraban
las baterías y trompetas.
Beso y beso
tus suaves labios.
Y nunca se sabe, nunca se sabe
lo que pensará la gente.
Eso, eso, yo
nunca lo olvidaré.
Sabes pensar y preocuparte,
un asunto inútil.
Subimos juntos
al filo del cielo,
y no quiera que seamos contenidos
y convencionales
cuando esta rabia
metas por las venas.
Cristales empañados
e imágenes de manos,
estas paredes blancas
se han convertido en nubes para nosotros.
Eres tan hermosa
que es como si lo soñara.
Eso es solamente ahora
y no se repetirá.