La luz de este cielo
de mi Andalucía
es como el reflejo
de un fino cuchillo;
y hasta la guitarra
canta y vibra sola
con el sortilegio
de algún fandanguillo.
Su luz, como risa
de alegre campana
es la maravilla
de su resplandor.
Es como una copla
que el aire desgrana
bajo la mirada
de su claro sol.
Estribillo:
Cielo andaluz, el de las cruces de Mayo.
El que llenó de alegres risas mi patio.
Cielo andaluz, de incomparable esplendor...
Bajo tus luceros son dos bandoleros
ojos de un rostro español.
La fiebre en la sangre,
el alma en los ojos;
en lo alto la luna,
el vino en la caña...
El que no ha vivido
la noche andaluza,
que no diga nunca
que vive en España.
Que no diga nunca
que oyó alguna copla,
ni diga tampoco
que sabe querer.
Si no se ha embriagado
de noche andaluza
mirando a los ojos
de alguna mujer.
Estribillo:
Cielo andaluz, el de las cruces de Mayo.
El que llenó de alegres risas mi patio.
Cielo andaluz, de incomparable esplendor...
Bajo tus luceros son dos bandoleros
ojos de un rostro español.