Una oración lejana llevada por el viento de la tarde
anima las hojas en su danza lánguida.
Es el canto de antiguos árboles entonado para ti,
para aquellos bosques oscuros ahora adormecidos.
Han pasado tantas temporadas sin esperarnos;
las hojas doradas que caen a morir en la tierra
renacerán algún día bajo un cielo radiante,
pero nuestro erosionado mundo seguirá siendo el mismo
y mañana tú y yo habremos partido.