Morí con otros cien,
morí cuando era un niño,
pasé por la chimenea,
y ahora estoy en el viento.
Y ahora estoy en el viento.
Había nieve en Auschwitz,
el humo subía lentamente
en el frío día de invierno,
y ahora estoy en el viento.
Y ahora estoy en el viento.
En Auschwitz, tanta gente,
pero sólo un gran silencio.
Es raro, todavía no puedo
sonreír, aquí en el viento.
Sonreír, aquí en el viento.
Yo pregunto: ¿cómo puede un hombre
matar a su hermano?
Sin embargo, somos millones
convertidos en polvo, aquí en el viento.
Convertidos en polvo, aquí en el viento.
El cañón sigue tronando,
y la bestia humana aún no está satisfecha
con la sangre,
y el viento todavía nos lleva.
Y el viento todavía nos lleva.
Yo pregunto: ¿cuándo será
cuando podrá el hombre aprender
a vivir sin matar,
y el viento se calmará?
Y el viento se calmará.
Yo pregunto: ¿cuándo será
cuando podrá el hombre aprender
a vivir sin matar,
y el viento se calmará?
Y el viento se calmará.