Se oye por la espesura
el revuelo del quetzal
y baña a la pradera
una luz primaveral.
Canta la mañanita
alumbrada por el sol
y entre las ramas el ruiseñor
acompaña el cantar del pastor.
Abre la selva vírgen
su misterio nocturnal,
lo mismo que mi alma
ya se abrió con tu mirar.
Soy la tierra mojada
con la lluvia que cayó
y por el bosque lleno de flor
se deslizan los rayos del sol.
¡Ay! la-ra-la-la-ra-la
¡ay! la-ra-la-la-ra-la
como quiero a Dios
así te quiero yo
¡Ay! la-ra-la-la-ra-la
¡ay! la-ra-la-la-ra-la
a tu corazón
hoy le canta mi amor
Saltando por las peñas
por el río murmurador
lo mismo mis amores
saltan de mi corazón.
Se oye en la selva oscura
el cantar de la perdiz
y también canta por mi querer
el inquieto y fugaz colibrí.
Tengo el alma contenta
porque anoche te miré
y al son de mi marimba
mi cariño te entregué
Ya todo el campo sabe
que mi amor es para ti
y que jamás te podré olvidar
porque tú eres nomás para mí
¡Ay! la-ra-la-la-ra-la
¡ay! la-ra-la-la-ra-la
como quiero a Dios
así te quiero yo
¡Ay! la-ra-la-la-ra-la
¡ay! la-ra-la-la-ra-la
a tu corazón
yo le canto mi amor.