Yo que nada buscaba
Tú la aguja en el pajar
Yo quieto aquí en mi orilla
Tú incitando a navegar.
Yo casi despiadado, malvado...
Me diste rosas, mariposas
Ya no sé cuál de las dos me hacen volar.
Y yo resucitando de una muerte existencial
Tú llegando simple, porque es simple y nada más.
Dos almas a un latido;
Bienvenidos dos corazones al inmenso reino del eterno más allá
Y al más acá.
Y con el primer trago
Me diste la libertad y me sembraste el caos
En el medio de mi paz
Porque la incertidumbre es la cumbre
Para estos dos espíritus
Que no se cansan ya de amar y amar y amar y amar y amar y amar.
Y me sembraste un beso,
Como trampa frente al mar
yo caí vencido más gustoso sin temblar.
Me devolví desnudo y sin escudo
Un verso es mi resguardo
Ya sé dónde me guardo
El arsenal, este arsenal, el arsenal.
Tu risa, tanto filo que me arranca una canción
Que yo regalo al viento maltratada por mi voz
Para cuando te marches padezcas
Ternuras en el aire
Empujando, halándote hacia atrás
Cualquier reloj.
Y con el primer trago
Me diste la libertad y me sembraste el caos
En el medio de mi paz
Porque la incertidumbre es la cumbre
Para estos dos espíritus
Que no se cansan ya de amar y amar y amar y amar y amar y amar.
Y me sembraste un beso,
Como trampa frente al mar
yo caí vencido más gustoso sin temblar.
Me devolví desnudo y sin escudo
Un verso es mi resguardo
Ya sé dónde me guardo
El arsenal, este arsenal, el arsenal.
Y con el primer trago
Me diste la libertad y me sembraste el caos
En el medio de mi paz
Porque la incertidumbre es la cumbre
Para estos dos espíritus
Que no se cansan ya de amar y amar y amar y amar y amar y amar.
Y me sembraste un beso,
Como trampa frente al mar
yo caí vencido más gustoso sin temblar.
Me devolví desnudo y sin escudo
Un verso es mi resguardo
Ya sé dónde me guardo
El arsenal, este arsenal, el arsenal.