La canción que yo cantaba
y en París arrebataba,
esta fue:
La canción del Arlequín,
con su alegre tin-tin-tin
cantaré...
Tin-tin-tin... Tin-tin-tin...
Es un muñeco el Arlequín,
Es un muñeco el Arlequín:
un muñequito de cartón
que, para hacerle así bailar,
que, para hacerle así bailar,
¡hay que tirarle de un cordón!
Tira que tira y, al tirar,
el muñequito baila así...
¡Ay!
Tira que tira sin cesar...
Tira que tira sin cesar
para que baile el Arlequín.
Es un Arlequín
el hombre también,
cuando las mujeres
lo manejan bien.
Es un Arlequín
lleno de serrín
y con cascabeles
que hacen tin-tin-tin...
Es un muñeco el Arlequín,
Es un muñeco el Arlequín:
un muñequito de cartón
que, para hacerle así bailar,
que, para hacerle así bailar,
¡hay que tirarle de un cordón!
Tira que tira y, al tirar,
el muñequito baila así...
¡Ay!
Tira que tira sin cesar...
Tira que tira sin cesar
para que baile el Arlequín.
Bailar... Bailar...