Con regusto de ola en la boca
dices que hoy el mar está frío, que tal vez más que ayer.
Dejas las huellas en la orilla
como quien deja migajas por si hay que deshacer el camino.
Es brillante la línea de una gota cuello abajo.
Hemos dejado las playas en la puerta.
A los minutos de luna dedicamos las noches en blanco.
Somos de hacer sintaxis entre horas.
Del silencio hacemos un buen motivo para escuchar.
Y es que es tan, tan, fácil el trazado de tu calle,
que me aprendí de uno en uno los nombres de aquellos cipreses.
Por si un día estamos bien lejos de todo,
por si algún día nos llueve la suerte,
seguiremos lo que estamos haciendo en este momento.
El murmullo de los brazos dentro del agua
dice que es como un mantra de aritmética constante,
que no para el tiempo pero, a veces,
llena todo el espacio de una manera alucinante.
Y es que es tan, tan, plácido el retrato de este instante,
de universos paralelos que siempre se encuentran.
Por si un día estamos bien lejos de todo,
por si algún día nos llueve la suerte,
seguiremos lo que estamos haciendo en este momento.
Por si algún día el viento se hace más fuerte,
por si alguna vez bajamos del huerto,
te prometo que viviremos en este momento.
Por si un día estamos bien lejos de todo,
por si algún día nos llueve la suerte,
seguiremos lo que estamos haciendo en este momento.
Por si algún día el viento se hace más fuerte,
por si alguna vez bajamos del huerto,
te prometo que viviremos en este momento.