Yo quiero que tú,
yo quiero que tú me quieras,
y eres tan cruel,
y eres tan cruel que me desprecias;
si supieras tú lo mucho que he llorado
desde aquella tarde en que te vi.
Dime por qué no me quieres;
dime por qué me abandonas
si tú eres mi vida y mi solo anhelo;
si a ti sólo quiero con toda el alma.
¡Oye!, en noches pasadas
soñé que era yo tu amor,
y al despertar
me encontré con la realidad,
que jamás me querrás.
~ ~ ~
Y al despertar
me encontré con la realidad,
que jamás me querrás.