Fresca está la madrugada
y en la aurora maracucha
Una inmensa voz se escucha,
Es el bardo que en parranda,
Cantando sus gaitas anda
Deleitando a quien lo escucha. (Bis)
En la bruma resplandece
Maracaibo cuando duerme
Y taciturna desprende
El aroma de su arcano
Cuando noble y grata emerge
La imagen de aquel zuliano.
En la aurora se agiganta.
Despierta y se estremece
La ciudad del sol amada,
Cuando la voz adorada
De aquel bardo fiel le canta
Orgullosa se levanta
Y a su terruño le ofrece
Su corazón en la mano.
Con rumbo firme al ocaso
Proyecta el sol su agonía,
La voz se apaga algún día,
Muere vagando cual duende,
de nuevo la ciudad duerme
Con el bardo en su regazo.
La luz nace en la mañana,
Interrumpe en mí el ensueño,
La voz creo que fue un sueño,
Pero hay un misterio grato,
Dejó olvidado su cuatro,
Debajo de mi ventana.
En la bruma...