Mirá ese bichicome que viene ahí.
Así como lo ves todo rotoso,
zaparrastroso. Yo te puedo asegurar
que tiene, que tiene,
que tiene la guita del mundo.
Mirá esa chiquilina, mirala bién.
Esa que vende aspirinas en el café.
Mirale la cara de zorra que tiene.
No le vayas a comprar.
Tiene el vicio prematuro del alcohol,
del alcohol y pide para eso.
Mirá esa vieja loca que viene ahí.
Así como la ves toda mugrosa,
zaparrastrosa. Yo te puedo asegurar
que nadie, ni ella
se sabe la guita que tiene.
Miralo al lustrabotas de aquel café.
Ese botija de motas. Yo sé muy bién,
que es de familia recontra pituca.
Sólo que se le ocurrió
como un pasatiempo todo el día andar,
día andar, "Señor, señor, se lustra?"
Aquel juntapapeles que viene ahí,
te puedo asegurar que es el gerente
o el presidente de la casa principal
de un banco, y es dueño
de cuatro cadenas de hoteles.
Y aquel ahí tirado, ya sabes cual.
Ese que pide una pierna artificial.
No vayas a darle, ya tiene unas cuantas.
Es un millonario que
se entretiene de esa forma y si le dan,
si le dan, lo juega a la ruleta.
Cuando andes por la calle, de lo que ves,
jamás te creas ni la cuarta parte.
Para engañarte, siempre todos van a estar
al día contigo, como ese aparente mendigo.
Con esto que te dije, capaz que fui
algo pesado. Lamento si fuera así.
Son sólo consejos, te los aconsejo.
Ya me voy, te dejo en paz.
Pero antes quiero pedite si me das,
si me das pal ómnibus de vuelta.
Porque esta quincena, los pagos de vuelta
vienen atrasados, y si ando en je,
si ando en jetra, eso es pura letra.