Steve camina con cuidado por la calle,
con la visera muy abajo.
No se escuchan más que sus pisadas,
la ametralladora está lista.
¿Estás listo, estás listo para esto?
¿Estás casi en el borde de tu asiento?
Afuera de la entrada las balas arrasan,
al son de este ritmo.
Otro que muerde el polvo,
otro que muerde el polvo,
y ahí va otro y ahí va otro,
otro que muerde el polvo.
Eh, te atraparé también:
otro que muerde el polvo.
¿Cómo crees que me las arreglaré
sin ti, cuando te vayas?
Te llevaste todo lo que tenía
y me echaste, dejándome solo.
¿Estás contento? ¿Te complace?
¿Cuánto tiempo aguantas el calor?
Afuera de la entrada las balas arrasan,
al son de este ritmo.
Coro
Otro que muerde el polvo,
otro que muerde el polvo,
otro que muerde el polvo,
otro que muerde el polvo.
Hay muchas formas de herir a un hombre
y de derribarlo,
puedes golpearlo,
puedes engañarlo,
puedes maltratarlo y dejarlo
cuando está triste.
Pero estoy listo, sí, estoy listo para ti,
parado sobre mis pies.
Afuera de la entrada las balas arrasan,
imitan el son de este ritmo.