Quién sabe por qué la gente se enamora
siempre de quien nunca se enamora.
Dímelo tú, porque estoy aquí desde hace una hora
ya esperándote,
¿pero dónde estás?
No eres para mí, siempre lo digo,
pero entre más lo acepto, más me pego a ti.
Y ya no sé quién de nosotros es inocente,
quién es el culpable.
¡Maldito seas!
Pero si estás aquí
siento que el corazón me explota.
Si estás aquí no queda ninguna duda.
Y la emoción es una ola que sube
a donde ya no está el mundo.
Ángeles en el cielo, tú y yo.
Siempre un poco más arriba, inalcanzables
en esta noche que no sabes cuánto
me gustaría que nunca terminase, ángeles en el cielo.
No eres para mí pero eso no cambia nada
porque no hay nadie igual a ti.
Y te quisiera ininterrumpidamente
en todos los momentos de mis días.
Quizá porque el corazón es un girasol
y muere si no tiene una estrella.
Pero sin ti se desliza un eclipse
en mi alma, ¡enciéndeme!
Porque eres tú quien me lanza al mar.
Tú quien después siempre me viene a salvar.
Y la emoción ya no se detiene.
Es una ola que sube.
Ángeles en el cielo, tú y yo.
Siempre un poco más arriba, inalcanzables
en esta noche que no sabes cuánto
me gustaría que nunca terminase, ángeles en el cielo.
Nosotros, ángeles en el cielo.
Más arriba, siempre un poco más arriba.
Inalcanzables
en esta noche que
no sabes cuánto
me gustaría que ya no terminase.
Ángeles en el cielo, cielo.
Ángeles en el cielo.
Ángeles en el cielo.
(Por siempre nosotros ángeles en el cielo...)
(Por siempre nosotros ángeles en el cielo...)
(Por siempre tú un dulcísimo veneno...)
(Por siempre nosotros ángeles en el cielo...)