El viento sofla entre las rosas
y ríe poniéndote nerviosa, a ti
que te doblas
y sufres porque
Estás en el jardín del dolor.
De piedras y hielo es tu camino.
Pero luego vuelve el sol,
brilla para ti.
E incluso si no quieres,
él te ilumina la mente.
Y deberás dejar
de bañar con las lágrimas
a los días que has dejado tras de ti.
Los puedes olvidar
para renacer.
La escarcha duerme sobre las hojas
y el alba se la lleva lejos.
El sol es así,
cálido para ti.
E incluso si no quieres,
él te ilumina la mente.
Y deberás dejar
de bañar con las lágrimas
a las flores que has cortado en tu interior.
Tendrán más color
en el renacer.
Como hijos de hierbas somos nosotros,
a veces pisoteados duramente.
Tú dime por qué morir si
¡se puede renacer!
Sí, sí.
E incluso si no quieres,
se acabarán tus lágrimas.
Las ramas que has quebrado en tu interior
darán nuevos frutos
con el sol, sí.
¡El sol es así!
Y te secará las lágrimas.
Los días que has dejado tras de ti,
los podrás olvidar
para renacer.