Fue un día como cualquier otro
y sin embargo me pareció muy diferente,
pues tú y yo pasamos juntos la primavera
y el mundo entero era tan maravilloso.
Ese día, amigo mío,
pensamos que el mundo
el mundo se detuvo sólo para nosotros dos,
pero antes de contemplarlo y hacerlo realidad
el día ya se nos había terminado.
Y el verano llegó
y fue un largo y caluroso día,
pero para mí pasó tan rápido
mientras me acostaba contigo en la hierba.
Ese día, amigo mío,
pensamos que el mundo
el mundo se detuvo sólo para nosotros dos,
pero antes de contemplarlo y hacerlo realidad
el día ya se nos había terminado.
Y llegó el otoño,
los árboles no tienen hojas,
de su follaje sólo quedaba un recuerdo marchitado,
nuestros sueños se los llevó el viento,
y ninguno de nosotros los ha conservado.
Ese día, amigo mío,
pensamos que el mundo
el mundo se detuvo sólo para nosotros dos,
pero antes de contemplarlo y hacerlo realidad
el día ya se nos había terminado.