Tengo en el corazón una especie de casita,
cuando la brisa te lleve allí.
Tengo, sí, una especie de lamparita
y, si no hay nadie, te puede consolar.
Tengo en el corazón una caricia, además,
para los días que llores tú.
Tengo en el corazón, en el otro lado,
el coraje que me faltará,
tu nombre, que aquí se ha bajado
de otro sueño para volver a empezar.
Tengo en el corazón una esperanza, además,
para la sendas que busques tú.
Tengo en el corazón una especie de pueblecito,
si tú quieres, podremos ir.
Sobre las olas, como una barquichuela,
si tú crees no poder llegar.
Tengo en el corazón una canción, además,
para cuando acudas tú.
Estoy seguro de que eso no bastará
para el amor que tú me quieres dar.
Estoy seguro de que eso no bastará
para el amor que tú me quieres dar.
Tengo en el corazón una canción, además,
para cuando acudas tú.
Tengo en el corazón otros días de mañana
y esta voz que me ayuda a recitar
la memoria de los campesinos
como un libro que está escrito aquí.
Tengo en el corazón una respuesta, además,
para los días que no puedas tú.
Y este canto, que no puedo acabar,
para el amor que tú me quieres manifestar.
Y este canto, que no puedo acabar,
para el amor que tú me quieres manifestar...