Tu belleza es como un hálito de rosas
Que despierta la embriaguez de un dulce amor,
Tus encantos florecieron entre diosas
Al conjuro de un preludio encantador.
Tan esbelta y majestuosa, yo te admiro,
Y te rindo mi mejor inspiración,
Y es por eso que al mirarte, yo suspiro
Con el ansia de mi pobre corazón.
Tus ojos de mora,
Tu boca de guinda,
Tan roja y tan linda
Quisiera besar.
Tus negros cabellos,
Tu seno armonioso,
Erguido y airoso
Convida a soñar.
Tu frágil silueta
Tu rítmico paso,
De reina es acaso
Cautiva al andar.
Y toda tu gracia
Me roba la calma,
Por eso en el alma
Te quiero llevar.
Pero a veces un fatal presentimiento
De no ser jamás tu dueño ¡linda flor!
Me entristece y te lloro en mi aposento
Como un niño que se queja de dolor.
Y más tarde, al contemplarte tan divina
Cual un ángel mensajero de ilusión,
No te creo ya imposible ni mezquina
¡Y de fiesta está mi amante corazón!
Vals criollo
Letra : Roberto Duilio Marano
Música : Julio Vivas
Grabado por Carlos Gardel con acompañamiento de guitarras.