Vi a gente pasando hambre,
había asesinatos, había violaciones,
sus pueblos estaban ardiendo,
intentaban escapar.
No podía mirarles a los ojos,
me miraba los zapatos,
era agrio, era trágico,
era casi como el blues.
Tengo que morir un poco
entre cada pensamiento asesino
y, cuando acabe de pensar,
tengo que morir mucho.
Hay torturas, hay matanzas
y están todas mis malas críticas,
la guerra, los niños desaparecidos,
Señor, es casi como el blues.
Así que dejé que el corazón se me congelara
para evitar que se pudriera.
Mi padre me dijo que era elegido,
mi madre me dijo que no.
Escuché su historia
de gitanos y judíos,
estaba bien, no era aburrida,
era casi como el blues.
No hay Dios en el cielo
y no hay infierno debajo,
eso dice el gran profesor
de todo lo que hay que saber,
pero he recibido la invitación
que ningún pecador puede rechazar
y es casi como la salvación,
es casi como el blues.