Es verdad que el anho logra más de tres cientos días en solamente cincuenta y dos semanas.
Es verdad, es verdad que el extranjero tiene muchos más extranjeros que alemanes.
Es verdad que el sol no rodea la tierra y la luna no rodea una pelota de fútbol.
Es verdad que el fundador de Nueva York no se llama Camello o Camel, sino Stuyvesant.
Eso es verdad, eso es verdad.
Pero el resto, pero el resto:
Todo mentira!
Todo mentira!
Todo mentira!
Todo mentira!
Es verdad, es verdad que la mayoría de las personas no quiere vivir en Dortmund, sino Essen.
Es verdad, es verdad que las vacas no fuman la hierba, sino que la comen.
Es verdad, es verdad que Hamburgo no es la capital de McDonald's.
Es verdad, es verdad que el papa no toma la píldora, pero sin embargo no tiene hijos.
Eso es verdad, eso es verdad.
Pero el resto, pero el resto:
Todo mentira!
Todo mentira!
Todo mentira!
Todo mentira!
Aunque me preguntes si te amo y yo digo que sí,
a veces no sé si es mentira o verdad.
Porque muchas veces ya no sé lo que es, eso: el amor.
El papá ama su coche, la mamá ama el café?
El bebé ama sus panales como el Papá Noel ama a la nieve?
Los ninos aman al chocolate como la ama de casa ama la cocina?
O hay más, o hay más?
O eso es, o eso es, o eso es
Todo mentira!
Todo mentira!
Todo mentira!
Todo mentira!