Caminé por la puerta contigo, el viento estaba helado,
pero de alguna forma se sintió como el hogar.
Y dejé mi bufanda en la casa de tu hermana,
y ahora la tienes en tu cajón, incluso ahora.
Oh, tu dulce disposición, y mi mirada ingenua;
cantamos en el coche mientras nos perdemos al norte.
Las hojas del otoño caen como piezas en su sitio;
y yo puedo imaginármelo después de todos estos días.
Y sé que todo eso se ha ido,
y esa magia ya no está aquí,
y puede que me sienta de forma aceptable,
pero no estoy bien en lo absoluto.
Porque ahí estamos otra vez, en esa calle de pueblo;
casi te pasas el semáforo por mirarme.
Con el viento en mi cabello, estuve ahí, lo recuerdo todo muy bien.
El álbum de fotos en el buró, tus mejillas se sonrojaron,
solías ser un niñito con anteojos en una cama para gemelos.
Y tu madre nos cuenta historias tuyas en el equipo de tee-ball;
me contaste sobre tu pasado, pensando que tu futuro era yo.
Y ahora todo eso se ha ido,
y no hay nada más que pueda hacer,
y me olvido de ti lo suficiente
para olvidar por qué necesitaba hacerlo.
Porque ahí estamos otra vez, a medianoche.
Estamos bailando en la cocina bajo la luz del refrigerador,
en la planta baja, estuve ahí, lo recuerdo todo muy bien.
Y tal vez nos perdimos en la traducción, tal vez pedí demasiado,
pero tal vez esto fue una obra de arte, hasta que la destrozaste.
Corriendo, asustados; estuve ahí, lo recuerdo todo muy bien.
Y ahora me llamas otra vez sólo para romperme como a una promesa,
casualmente cruel, con el pretexto de ser honesto.
Soy un pedazo de papel arrugado tirado por ahí,
porque lo recuerdo todo, todo, todo muy bien.
El tiempo no pasa, es como si me paralizara;
me gustaría ser la vieja yo, pero todavía la trato de encontrar.
Después de días con tu camisa a cuadros y noches en que me hiciste tuya;
ahora envías por correo mis cosas y yo camino sola a casa.
Pero todavía conservas mi vieja bufanda desde la primera semana,
porque te recuerda a la inocencia, y huele como yo.
No te puedes deshacer de ella porque lo recuerdas todo muy bien, sí.
Porque ahí estamos otra vez, cuando te amé demasiado,
antes de que perdieras la única cosa real que has conocido;
fue inusual, estuve ahí, lo recuerdo todo muy bien.
El viento en mi cabello, estuviste ahí, lo recuerdas todo;
en la planta baja, estuviste ahí, lo recuerdas todo.
Fue inusual, estuve ahí, lo recuerdo todo muy bien.