Entré por la puerta contigo; el aire estaba frío
pero algo al respecto hacía que se sintiera como en casa.
Y dejé mi bufanda ahí en casa de tu hermana
y todavía la tienes en tu cajón, incluso ahora.
Oh, tu dulce disposición y mis ojos tan abiertos.
Cantamos en el auto perdiéndonos por el norte del estado.
Las hojas otoñales caen como piezas que embonan en su lugar
y puedo verlo después de todos estos días.
Y sé que se acabó hace tiempo y
que ya no hay magia aquí
y puede que yo esté bien, pero no lo estoy en absoluto.
Pues ahí estamos de nuevo en esa callecita pueblerina.
Casi te pasaste el alto porque me estabas mirando a mí.
El viento en mi cabello, yo estaba ahí.
Lo recuerdo todo demasiado bien.
Un álbum de fotos en la cubierta; tus mejillas enrojecían.
Solías ser un niñito con lentes en una cama gemela.
Y tu madre está contando historias sobre ti en el equipo de béisbol.
Me enseñaste sobre tu pasado pensando que yo era tu futuro.
Y me lanzabas las llaves del auto,
diciendo "Que se joda el patriarcado".
El llavero quedaba en el suelo.
Siempre nos esfumábamos del pueblo
y en la entrada yo siempre pensaba:
"En cualquier momento va a decir que es amor".
Nunca lo llamaste por lo que era
Hasta que estuvimos completamente muertos y bajo tierra.
Reviso el pulso y regreso maldiciendo.
Es lo mismo después de tres meses en la tumba
y luego te preguntaste a donde se fue mientras me estiraba hacia ti
pero lo único que sentía era vergüenza
y tú sostenías mi marco sin vida.
Y sé que se acabó hace tiempo y
que no había nada más que yo pudiera hacer
y me olvido de ti el tiempo suficiente
para olvidar por qué necesitaba hacerlo.
Pues ahí estamos otra vez a mitad de la noche.
Bailamos por toda la cocina a la luz del refrigerador.
Abajo de las escaleras, yo estaba ahí.
Lo recuerdo todo demasiado bien.
Y ahí estamos otra vez cuando nadie tenía que saberlo.
Me guardaste como un secreto pero yo te guardé como un juramento,
una oración sagrada que juraríamos para recordar todo demasiado bien, ey.
Quizá nos perdimos de algo en la traducción.
Quizá yo pedía demasiado
pero quizá esto fue una obra maestra
hasta que la rompiste por completo
huyendo asustado; yo estaba ahí,
lo recuerdo todo demasiado bien.
Y me llamas otra vez
sólo para romperme como a una promesa,
tan casualmente cruel en el nombre de tu honestidad.
Soy un pedazo de papel arrugado que yace aquí
pues lo recuerdo todo, todo, todo.
Dicen que todo lo que termina bien acaba bien
pero estoy en un nuevo infierno cada vez
que traicionas mi mente.
Dijiste que si hubiéramos estado más cercanos en edad
quizá hubiera estado bien
y eso hizo que me quisiera morir.
La idea que tenías de mí, ¿quién era ella?
Una joya siempre necesitada y amorosa cuyo brillo se refleja en ti,
sin llorar en el baño de la fiesta
con una actriz preguntándome qué ocurrió.
Tú, eso fue lo que ocurrió, tú.
Tú que cautivaste a mi papá con bromas discretas,
sorbiendo café como si estuvieras en un programa nocturno
pero luego él me vio mirando la puerta de calle toda la noche deseando que vinieras
y me dijo: "Se supone que cumplir 21 debe ser divertido".
El tiempo no vuela, es como si estuviera paralizada por él.
Me gustaría ser mi antigua yo otra vez pero aún sigo buscándola.
Después de días con camisas a cuadros y noches en que me hacías tuya,
ahora envías mis cosas por correo y yo camino sola a casa.
Pero guardas mi vieja bufanda desde la primerísima semana
pues te recuerda a la inocencia y huele como yo.
No puedes deshacerte de ella
pues recuerdas todo demasiado bien, sí.
Pues ahí estamos otra vez cuando te amaba tanto,
de vuelta al momento antes de que perdieras lo único real que has conocido jamás.
Era extraño; yo estaba ahí,
lo recuerdo todo demasiado bien.
El viento en mi cabello; tú estabas ahí,
lo recuerdas todo.
Abajo de las escaleras, tú estabas ahí,
lo recuerdas todo.
Era extraño; yo estaba ahí,
lo recuerdo todo demasiado bien.
Y nunca fui buena para contar chistes
pero el remate va así:
"Yo envejeceré pero tus amantes se quedan de mi edad".
Desde que tu Brooklyn quebró mi piel y mis huesos,
soy una soldado que regresa con la mitad de su peso.
¿Y te pintó de tristeza aquél moretón de alma gemela?
Sólo entre nosotros, ¿este amorío también te cercenó?
Pues en esta ciudad desoladamente fría
todavía recuerdo la primera nevada
y cómo brillaba mientras caía.
Lo recuerdo todo demasiado bien.
Sólo entre nosotros, ¿este amorío también te cercenó todo demasiado bien?
Sólo entre nosotros, ¿recuerdas todo demasiado bien?
(Sólo entre nosotros...)
Sólo entre nosotros, recuerdo todo demasiado bien.
(Sólo entre nosotros...)
(El viento en mi cabello, yo estaba ahí, yo estaba ahí...)
(Abajo de las escaleras, yo estaba ahí, yo estaba ahí...)
(Una oración sagrada, yo estaba ahí, yo estaba ahí...)
(Era extraño, lo recuerdas todo demasiado bien...)
(El viento en mi cabello, yo estaba ahí, yo estaba ahí...)
(Abajo de las escaleras, yo estaba ahí, yo estaba ahí...)
(Una oración sagrada, yo estaba ahí, yo estaba ahí...)
(Era extraño, lo recuerdas todo demasiado bien...)
(El viento en mi cabello, yo estaba ahí, yo estaba ahí...)
(Abajo de las escaleras, yo estaba ahí, yo estaba ahí...)
(Una oración sagrada, yo estaba ahí, yo estaba ahí...)
(Era extraño, lo recuerdas...)
(El viento en mi cabello, yo estaba ahí, yo estaba ahí...)
(Abajo de las escaleras, yo estaba ahí, yo estaba ahí...)
(Una oración sagrada, yo estaba ahí, yo estaba ahí...)
(Era extraño, lo recuerdas...)