Cada noche nos metemos en la cama,
pero todo está en mi cabeza.
Cada noche nos amontonamos,
y me besas hasta que me duermo.
Y, nene, todo lo apacible que me dices
me embelesa.
Hasta el día siguiente,
cuando descubro que lo que hicimos y dijimos
estaba todo en mi cabeza.
Cada noche me susurras
que siempre será así.
Cada noche me alisas el pelo,
pero en realidad no estás allí.
Y, cariño, parece que supiéramos
que nuestro amor madurará.
Y luego, al día siguiente
descubro que lo que hicimos y dijimos
estaba todo en mi cabeza.
Adormilada, bebiendo,
sigo pensando
que no estamos muy alejados.
Con miedo de despertar,
sola, dolorida,
sólo yo y mi desesperado corazón.
Durmiendo profundamente,
tus brazos rodeándome.
Por la noche transitamos,
luego descubro que está en mi cabeza,
que sacas fuera mis depresiones.
Cada noche nos metemos en la cama,
pero todo está en mi cabeza.
Cada noche nos amontonamos,
y me besas hasta que me duermo.
Y, nene, todo lo apacible que me dices
me embelesa.
Hasta el día siguiente,
cuando descubro que lo que hicimos y dijimos
estaba todo en mi cabeza.
Estaba todo en mi cabeza.
Estaba todo en mi cabeza.