Te quedas dormido con el daño en la habitación
y no puedo escapar del extraño que vive bajo tu piel.
¿Quién es este que veo? No eres el hombre que se enamoró de mí.
Ya no puedo fingir.
Es trágico,
como cuando una obra de Shakespeare termina.
¡Está intoxicándome!
Así que adelante, llévatela a la cama,
cuéntale todos tus miedos y déjala besar tus labios.
Yo muerta, nadando alrededor de tu cabeza,
ahogando los días en que hicimos el amor.
Todo está en mi corazón y estoy perdiendo todo el control
pues vendiste tu alma al alcohol.
Al alcohol.
Los sueños que tuvimos, me levantan y me derrumban.
No puedo decidir si es mejor dejarte caer.
No soy tan buena con tu dolor autoinfligido.
Ya no puedo fingir.
Eres trágico,
es una obra de Shakespeare que ha terminado.
Vas a morir de lo que necesitas.
Así que adelante, llévatela a la cama,
cuéntale todos tus miedos y déjala besar tus labios.
Yo muerta, nadando alrededor de tu cabeza,
ahogando los días en que hicimos el amor.
Todo está en mi corazón y estoy perdiendo todo el control
pues vendiste tu alma al alcohol.
Un fantasma blanco,
una visión de ti mismo,
una fracción de ti mismo.
Es el otro lado de ti,
mientras yo me sofocaba
y me sentía aislada.
Ya no veo tu verdad.
Así que adelante, llévatela a la cama,
cuéntale todos tus miedos y déjala besar tus labios.
Yo muerta, nadando alrededor de tu cabeza,
ahogando los días en que hicimos el amor.
Todo está en mi corazón y estoy perdiendo todo el control
pues vendiste tu alma al alcohol.
Así que adelante, llévatela a la cama,
cuéntale todos tus miedos y déjala besar tus labios.
Yo muerta, nadando alrededor de tu cabeza,
ahogando los días en que hicimos el amor.
Todo está en mi corazón y estoy perdiendo todo el control,
¡pues vendiste tu alma al alcohol!