Alburas de magnolias fue el presente
del armiño viviente
que al verte sonreír te acarició en la cuna
naciste de un idilio sin querellas
y para darle celos a la luna
bajaron a besarte las estrellas.
Sortearon para ti todas las flores
su esencia y sus colores
y obtuvieron el triunfo las violetas
que, cantando victoria a sus antojos,
dejaron una tarde sus macetas
y viven desde entonces en tus ojos.
El dulce cundeamor, cofre de oro,
quiso darte un tesoro,
dejó su trepadora satisfecho
y con frases de amor, las mas sencillas,
al verte sonreír rasgose el pecho
y engarzó el corazón en tus mejillas.
Vive en ti la inocencia hermosa niña
cual vive, en la campiña,
feliz alondra que anida entre flores
y pregonan de ti las mariposas
que en tu pecho, joyel de mil primores,
juegan las perlas deshojando rosas.