En el país de la olivera
hay un río de papel
unas mejillas color de tierra
y una sonrisa de plata
En el país de las riberas
hay un cañar bajo las estrellas
y un mural de hojas secas
a la sombra de un naranjero
En el país de la olivera
En el país de la olivera
En el país que duerme en la era
hay pizca de frutas viejas
bicicletas entre acequias
pendientes de cerezas
al país de los tejados
hay besos de agua limón
arañados en las piernas
mariposas a dentro del corazón
En el país que duerme en la era
En el país que duerme en la era
En el país de la niñez
hay ilusiones a tientas
sueños dibujados en el aire
promesas en las orejas
En el país que yo ahora añoro
guardo un tesoro secreto
una lazo que nunca se rompe
un amor que nunca se pierde.
En el país de casas blancas
hay pins empapados de sal
palmitos entre baladres
pies descalzos en el mar
En el país de las marinas
hay un sol rojo en los atardeceres
cometas en las playas
y unos dedos peinando olas
En el país de casas blancas
En el país de las risas
hay racimo en los soportales
almendras y aceitunas negras
un arroz cocinado con costillas
En el país de las costas
hay laúdes y guitarras
y la voz de las rondallas
pinzando las emociones
En el país de las risas
En el país de las risas
En el país de la niñez
hay ilusiones a tientas
sueños dibujados en el aire
promesas en las orejas
En el país que yo ahora añoro
guardo un tesoro secreto
un lazo que nunca se rompe
un amor que nunca se pierde.