Una vez, vino aquí una tormenta en forma de mujer.
Hizo pedazos mi pequeño y confortable mundo,
y, a veces, juro que todavía puedo oir su aullar
abajo, entre los restos del desastre y las ruinas
Y ya no va a llover más.
Ahora mi nena se ha ido
y ya no va a llover más.
Ahora mi nena se ha ido.
Ahora la tormenta me ha pasado por encima,
he quedado a la deriva en un mar en calma muerta,
y la contemplo eternamente a través de las grietas en las vigas,
clavada al otro lado de las puertas de los dormitorios de mis sueños.
Ahora, no tengo a quien abrazar,
ahora estoy solo otra vez,
no hace mucho calor ni mucho frío,
y no parece que vaya a llover.
Y ya no va a llover más.
Ahora mi nena se ha ido
y ya no va a llover más.
Ahora mi nena se ha ido,
y yo, por mi cuenta estoy.
Ella no va a volver nunca más
Ella no va a volver nunca más
Ella no va a volver nunca más
Di lo que quieras, me da igual. 1.