Ella sabe que eso no sirve para nada,
el mirar a la gente por encima del hombro.
Que basta un golpe del destino
para poner los contadores en cero.
Ella camina con toda tranquilidad
a mi lado sin decir ni una palabra
dado que en esta vida de perros
el silencio es como un regalo.
Me gustaría presentártela,
pero tendrás que ponerte a cuatro patas
para leer la sabiduría y la verdad
en los bellos ojos de Ágata.
Y cuando sus sueños se rasgan,
cuando mis amores me parecen ingratos,
siempre vengo a refugiarme
en los bellos ojos de Ágata.
(La la la la la la la la... la la la la la...)
(La la la la la la la la... la la la la la...)
Leí en su mirada traviesa
que no nos quedaríamos mucho tiempo
y que por mucho que nos llamemos humanos
todos adquirimos aires de perro callejero.
Pero yo sé que si una mañana
todas mis amistades me dieran la espalda,
ella nunca estaría demasiado lejos.
Seré por siempre su héroe.
Me gustaría presentártela,
pero tendrás que ponerte a cuatro patas
para leer la sabiduría y la verdad
en los bellos ojos de Ágata.
Y cuando sus sueños se rasgan,
cuando mis amores me parecen ingratos,
siempre vengo a refugiarme
en los bellos ojos de Ágata.
(La la la la la la la la... la la la la la...)
(La la la la la la la la... la la la la la...)
Cuando mi paciencia se sofoque
en un mecanismo cotidiano.
Cuando la furia me tenga sitiado
en este reino falso,
saborearé la serenidad
de este éxtasis delicado.
La felicidad está a mi alcance.
Me espera en los ojos de Ágata.
(La la la la la la la la... la la la la la...)
(La la la la la la la la... la la la la la...)
Me gustaría presentártela,
pero tendrás que ponerte a cuatro patas
para leer la sabiduría y la verdad
en los bellos ojos de Ágata.