Hola, mamá, te estoy escribiendo una carta,
Hola, mamá, de nuevo todo bien.
Está brillando el sol, todo está como de costumbre, la niebla está subiendo por la montaña,
Sabes, mamá, este lugar no es tan terrible, este lugar es sencillamente Afganistán.
A-a-a! Afganistán!
A-a-a! Afganistán!
Sabes, mamá, os vi en un sueño,
Vi cómo mi hermanita pasaba a cuarto de primaria.
Por favor, invita a Anka a casa más a menudo
Y dile que volveré, para que me espere.
A-a-a! Afganistán!
A-a-a! Afganistán!
La madre lo lee, y se le empañan los ojos,
La madre solloza, ¿aquí dónde se haya la verdad, y dónde el engaño?
La madre no puede apartarse de la tumba:
Su hijo está bajo tierra, mientras que, sobre las palmas de sus manos, está esta carta.
A-a-a! Afganistán!
A-a-a! Afganistán!
Ayer mismo, todo estaba tan bien bajo un cielo azul,
Pero hoy, por la mañana temprano, el cartero trajo la carta.
En ella, su hijo está tan hermoso, está sonriendo, y tiene tantas ganas de vivir....
Hola, mamá, hola, eternidad.... Nosotros no tenemos ningún derecho a olvidarles.
A-a-a! Afganistán!
A-a-a! Afganistán!