No tengo palabras que pudieran expresar
lo que está ocurriendo en este mundo.
Sé que está pasando algo
pero no lo puedo describir.
No tengo conceptos que permitan transmitir
o entender lo que está pasando en este mundo.
Si es que es el mismo que antes,
uno sin temor a equivocarse
bien podía rotular con la puteada justa
para destacar su esencia más fundamental.
Pero ahora no hay refrán criollo que valga
ni se va a encontrar en los libros posta
de los más sesudos, sucesores de los posmodernos,
nada más que un código feroz de barras
y un glosario de palabras que ya ni saben mentir.
No tengo palabras, ni las tiene hoy
ni la juventud que vive creyendo que se expresa.
Cuando solamente está comprando
una cajita feliz de expresión.
O una preparada para chicos malos
hace medio siglo en la cocina de los Rolling Stones.
No tengo palabras que describan el sentir,
la expresión de lo que está sucediendo.
Pero quiero que este grito silencioso
pueda convertirse en una especie de certificado
de que está pasando algo mientras nadie diga qué es.