Llevo treinta días sin luz
encerrado en este ataúd
tumbado soñando en mi celda
que es mentira que es una pesadilla
Un recluso que me mira
me sonríe y se insinúa
es mi piel fría y morbosa
le seduce le fascina
Mentes depravadas
adictos de la lujuria
decadencia corporal
amantes de la obscenidad
Otra mente retorcida
soñolienta de ojos húmedos
olor fétido y nauseabundo
me persiguen me atosigan
Ahora estoy ya sin sentido
metido hasta dentro en el vicio
las pupilas ya se ocultan
ya no sufro no me agito.