Cuando estés pálido de dolor,
escondido en tu silencio,
dejame hablarte,
y andar entre tus sombras,
estar contigo.
No te preguntaré por qué
No interrumpiré tu soledad,
cuidadosa, un poco vacilante,
con signos de cariño y bondad,
Hablaré contigo
Hay fuerza en mí, hay fuerza en mí,
no me tengas lástima,
no me molestan tus espinas
arañándo las piernas.
Cuando estás mortalmente cansado,
no puedes dormir en la oscuridad,
en las hora de las pesadillas
sigue persiguiendo tus sueños,
Yo me quedaré contigo.
Cerca de ti estoy vagando
Entre tu sueño y tu vigilia
Mis palabras son frágiles
Las palmas de mis manosson pequeñas
Pero están a tu lado.
Cuando vea o me digas
con un suave susurro,
que tus muertos se están juntando,
Yo también inclinaré la cabeza.
No te preguntaré por qué...