Tan lejos y tan cerca
como el río y el chopo.
Un caminando
y el otro quieto.
Juntos pero indiferentes
como el árbol y el viento.
Uno arriba en el monte
el otro huye...
Adiós, adiós amor mío y suerte.
Cuando uno no quiere
no se puede hacer un huerto donde hay un corro,
ni cuando es de noche hacer que nazca el sol
ni seda del satén,
ni de un atajo se puede hacer un camino.
El maíz no nace sin semilla
y está vacío el granero. Por eso
antes de que llegue el nuevo día
me iré hacia donde sea.
Adiós, adiós amor mío y suerte.
Y no sufras
si pasado mañana
has de lavar
una sábana mía.
No se dará cuenta
aquel que venga
a calentar la cama
que dejo vacía.
Adiós, adiós amor mío y suerte.
Cuando uno no quiere
no se puede poner un huerto donde hay un corro,
ni cuando es de noche hacer que nazca el sol
ni seda del satén
ni de un atajo se puede hacer un camino.
El maíz no nace sin semilla
y está vacío el granero. Por eso
antes de que llegue el nuevo día
me iré hacia donde sea.
Adiós, adiós amor mío y suerte.
Adiós, adiós amor mío y suerte.