Me parecen inútiles las palabras
cuando el silencio es mayor.
Inútiles son mis gestos
para que te hablen de amor.
Me parecen inútiles las sonrisas
cuando la noche nos busca.
Inútiles son mis penas
para hablarte de ternura.
Me parecen inútiles nuestras bocas
cuando regrese el pecado.
Inútiles son mis ojos
para hablarte del pasado.
Me parecen inútiles nuestros cuerpos
cuando el deseo es certeza.
Inútiles son mis manos
en esa hora de pureza.