La hora está cerca
¡Tan cerca que remueve la sangre en sus venas!
Aún así, cuidado
¡No dejéis que el vino se os suba a la cabeza!
Necesitamos una señal
Para reunir a la gente
Llamarlos a armas
¡Para llevarlos en formación!
¡Marius, despierta!
¿Qué te pasa hoy?
Parece que hayas visto un fantasma
Toma un poco de vino y di qué sucede.
Un fantasma dices, puede ser
Ella era como un fantasma para mí
¡Una minuto estaba allí y luego se había ido!
¡Estoy estupefacto!
¡Estoy incrédulo!
¿Está Marius por fin enamorado?
Nunca le había oído "ohh" y "ahh"*
Hablas de batallas que hay que ganar
Y aquí llega él como Don Juan
¡Es mejor que la ópera!
Es hora de que todos nosotros
Decidamos quienes somos
¿Ahora peleamos por el derecho
a una noche en la opera?
¿Os habéis preguntado
cual es el precio que puede que paguéis?
¿Es esto un simple juego
para que juegue un niño rico?
Los colores del mundo
Están cambiando día a día.
Rojo: la sangre de los hombres enfadados.
Negro: la oscuridad del tiempo pasado.
Rojo: un nuevo mundo a punto de amanecer.
Negro: la noche que al fin acaba.
Si la hubieras visto hoy
Sabrías lo que se siente
Al ser golpeado en lo más hondo
En un momento de placer que deja sin respiración
Si hubieras estado ahí hoy
También podrías saber
Como tu mundo puede cambiar
con solo un rayo de luz
Y lo que estaba bien parece estar mal
Y lo que estaba mal parece estar bien.
Rojo: siento mi alma en llamas
Negro: mi mundo cuando ella no está
Rojo: el color del deseo.
Negro: el color de la desesperación.
Marius, ya no eres un niño
No dudo de que tus intenciones sean buenas
Pero ahora tenemos una llamada más importante
¿A quien le importa tu alma solitaria?
Buscamos un objetivo mayor
¡Nuestras pequeñas vidas no cuentan para nada!
Rojo: la sangre de los hombres enfadados.
Negro: la oscuridad del tiempo pasado.
Rojo: un nuevo mundo a punto de amanecer.
Negro: la noche que al fin acaba.
¡Escuchad, todos!
¡El General Lamarque ha muerto!
¡Lamarque! Su muerte es la hora destinada.
El hombre del pueblo.
Su muerte es la señal que esperamos.
El día de su funeral honraremos su nombre
Con la luz de la rebelión brillando en sus ojos
Con sus velas de duelo encenderemos nuestra llama
En la tumba de Lamarque se erguirá nuestra barricada
¡La hora ha llegado!
Démosle la bienvenida con coraje y ánimos
Vayámos a las calles sin dudas en nuestros corazones
Solo un grito alegre
Todos ellos vendrán
¡Todos vendrán cuando les llamemos!