En el amanecer caminabas temprano por el rocío.
El viento errante te derribaba.
Eras como el Sol - ajeno, si estabas herido;
Entre los caminos no sabías todos los significados,
No sabías, que el recorrido es tan lejano.
El camino comenzaba desde la puerta;
Estaba sedoso y aveces estaba como una bestia!
El camino zigzagueaba y daba vueltas;
Y el eco me gritaba: "¡No creas!" -
No creas en este silencio.
Estribillo:
Los amaneceres aquí son tranquilos-tranquilos,
Cubiertos con la venda de la neblina -
Los lagos se iluminan del sonrojo.
Los amaneceres aquí son tranquilos-tranquilos,
Como un manzanar lleno de manzanitas -
Y el Sol es como si atrapado por el abejorro.
¡Tú sabías! No es fácil caminar en la neblina;
Paso en falso, - y puedes desplomarte.
Hay que creer, amar, vivir sin mentiras,
Para que tu amada te ame, y que sepa esperarte.
No busque, no ves nada en esta vida;
¡Es en tu corazón, donde todo esto ya lo tienes!
La luz mañanera alumbrará la fidelidad a tu tierra querida,
¡Para eso están los amaneceres!
Estribillo:
Los amaneceres aquí son tranquilos-tranquilos,
Cubiertos con la venda de la neblina -
Los lagos se iluminan del sonrojo.
Los amaneceres aquí son tranquilos-tranquilos,
Como un manzanar lleno de manzanitas -
Y el Sol es como si atrapado por el abejorro.