Dime si vas a volver
como aquella vez.
Sigo aquí extrañándote.
Lo tienes que saber.
Nada es como ayer,
y aunque todo esté bien,
no se me pasa la obsesión contigo.
Tal vez vuelva a florecer la rosa en mi jardín.
Como cada viernes en agosto pienso en ti.
Sé que volverás, yo también te lo advertí.
¡No puedo esperar!
Se acerca el verano y pregunta por ti.
Regresa sin avisarme, sorpréndeme.
Aprendo lento, fallo veloz,
así que tengo que repetir,
"Te amo amor mío",
y pienses lo que pienses,
a ti te cuido yo.
(Veloz o lento... fallo veloz...)
(Amor mío, te cuido yo...)
(Todos esos sueños malabares...)
(Veloz o lento... fallo veloz...)
(Amor mío, te cuido yo...)
Perderme es muy fácil, es de veras veloz para quien esté a mi lado.
Aprecio tu cariño y mientras hablas ya voy andando.
Este juego absurdo es, es lento, es el precio que el amor
nos cobra por el beso que te di anoche.
El tener que hacer con todos esos sueños malabares
siempre ha sido algo muy fácil.
Lo hacía casi sin pensar, lo hacía casi sin mirar.
Es lento quedarse en el intento de decir que pronto hablaremos,
dudar que todos los proyectos ya coincidirán... pues no es quien soy.
Se acerca el verano y pregunta por ti.
Regresa sin avisarme, sorpréndeme.
Aprendo lento, fallo veloz,
así que tengo que repetir,
"Te amo amor mío",
y pienses lo que pienses,
a ti te cuido yo.
(Veloz o lento... fallo veloz...)
(Amor mío, te cuido yo...)
(Todos esos sueños malabares...)
(Veloz o lento... fallo veloz...)
(Amor mío, te cuido yo...)
Y aunque lo intento, no sé amarte lento.
Juega el corazón, lento y veloz.
Y aunque lo intento, no sé amarte lento.
Juega el corazón, lento y veloz.
Este verano no quiere esperar.
Regresa sin avisarme, sorpréndeme.
Amo lento y corro veloz,
pero te hablo de corazón.
Te amo amor mío,
y pienses lo que pienses,
a ti te cuido yo.
Te cuido yo.