Ahora el tribunal está en silencio, pero ¿quién confesará?
¿Es cierto que nos traicionaste? La respuesta es "sí".
Entonces leed la lista de crímenes que se me imputan,
pediré la clemencia que amáis negar.
Y todas las mujeres se humedecen, y al juez no le queda otra opción,
un cantante debe morir por la mentira en su voz.
Y os doy las gracias, os doy las gracias por cumplir con vuestro deber,
guardianes de la verdad, guardianes de la belleza.
Vuestra visión es cierta, la mía es falsa,
siento haber emborronado el aire con mi canción.
Oh, la noche es densa, mis defensas están ocultas
en las ropas de una mujer a la que querría perdonar,
en los anillos de su seda, en la bisagra de sus muslos,
donde debo ir a mendigar disfrazado de la belleza.
Oh, buenas noches, buenas noches, mi noche tras noche,
mi noche tras noche, tras noche, tras noche, tras noche, tras noche.
Tengo tanto miedo que te escucho,
es lo que te hacen tus guardianes con gafas de sol,
son sus formas de arrestar, sus formar de llevar la desgracia,
sus rodillazos en los huevos y sus puñetazos en la cara.
Si, y larga vida al estado, lo haga quien lo haga.
Señor, yo no vi nada, yo solo llegaba tarde a casa.