Cuando salí de Santiago
todo el camino lloré
lloré sin saber por qué
pero yo les aseguro
que mi corazón es duro
pero aquel día aflojé.
Dejé aquel suelo querido
y el rancho donde nací
donde tan feliz viví
alegremente cantando.
En cambio hoy vivo llorando
igualito que el crespín.
Los años ni la distancia
jamás pudieron lograr
de mi memoria apartar
ni hacer que te eche al olvido
ay mi Santiago querido
yo añoro tu quebrachal
Mañana cuando me muera
si alguien se acuerda de mi
paisanos les vuá pedir
si quieren darme la Gloria
que toquen a mi memoria
la doble que canto aquí
En mis horas de tristeza
siempre me pongo a pensar
cómo pueden olvidar
algunos de mis paisanos
rancho, padre, madre, hermano
con tanta facilidad.
Santiagueño no ha de ser
el que obre de esa manera
despreciar la chacarera
por otra danza importada.
Eso es verla mansillada
a nuestra raza campera.
La otra noche a mis almohadas
mojadas las encontré
mas ignoro si soñé
o es que despierto lloraba
y en lontananza miraba
el rancho aquél que dejé.
Tal vez en el camposanto
no haya lugar para mi
paisanos les vuá pedir
antes que llegue el momento
tírenme en campo abierto
pero allí donde nací.