Sé que estás al pie de mí
cuando el tiempo se repite
y el día llega a su fin
sin que la noche se inquiete.
En los instantes repetidos
en que escucho tu cansancio,
soy igual a mis sentidos
y el tiempo igual al espacio.
Mas si el tiempo es infinito,
cuando el día llega al fin,
cierro los ojos y repito:
yo le gusto a la noche.
Y pido al tiempo y al mundo
que me sea permitido
vivir un breve segundo
que tú ya hayas vivido.
Mas si el tiempo es infinito,
cuando el día llega al fin,
cierro los ojos y repito:
yo le gusto a la noche.
En los instantes repetidos
en que escucho tu cansancio,
soy igual a mis sentidos
y el tiempo igual al espacio.
Mas si el tiempo es infinito,
cuando el día llega al fin,
cierro los ojos y repito:
yo le gusto a la noche.