Y ahora qué haré, no sé qué decir
y tengo frío como cuando estuve solo,
siempre he escrito los versos con la pluma,
no órdenes estrictas de trabajo.
Siempre he odiado a los cerdos, a los aduladores
y a los que robaron un sueldo,
a los falsos que se hacen una carrera
con ciertas prestaciones fuera del horario.
Cantaré mis canciones por la calle
y afrontaré la vida la manera dura,
un guerrero sin patria y sin espada,
con un pie en el pasado
y la mirada recta y abierta en el futuro.
He gastado cuatro siglos de vida
y he hecho mil viajes en los desiertos
porque quería decir lo que pienso;
quise ir adelante con los ojos abiertos,
ahora debería hacer las canciones
con la dosis exacta de expertos,
tal vez vestirme después como un tonto
para hacer el idiota en los conciertos.
Cantaré mis canciones por la calle
y afrontaré la vida la manera dura,
un guerrero sin patria y sin espada,
con un pie en el pasado
y la mirada recta y abierta en el futuro.
No sé si alguna vez fui poeta
y no me preocupo por saberlo;
llenaré los vasos de mi vino
no sé cómo es, pero os invito a beberlo;
y las masturbaciones cerebrales
las dejo a quien es maduro al punto justo,
mis canciones quiero contarlas
a quien sabe masturbarse por el gusto.
Cantaré mis canciones por la calle
y afrontaré la vida la manera dura,
un guerrero sin patria y sin espada,
con un pie en el pasado
y la mirada recta y abierta en el futuro.
Y no sé si tendré amigos a hacerme el coro
o si habré sólo caras desconocidas;
cantaré mis canciones para todos
y al final de la carretera
podré decir que he vivido mis días.