¿Cómo la mente pide a gritos un descanso,
cuando los cuerpos tiemblan? sí,
oh, la opresión en mi pecho,
aún tus hojas barro.
Señor, ¿es esto una prueba?
¿fue divertido haberla creado, eh?
mi dios está un poco enfermo,
y él me quiere loco.
¿Quién,
eres tú,
quién puede decir,
que está bien vivir de mí?
Vives para ser,
parte de mí,
eres una revista arrugada,
sí.
¿Fue algo que dije,
fue cómo están rompiendo? sí,
soy tan egoísta, pagando tu renta,
mientras tu sangre me llevo.
Tú,
me usas,
como un árbol,
billetes sucios de dólar por hojas,
oscuro en un mar,
de mis semillas,
y las lágrimas de las cuales te alimentas.
Te alimentas.
El cuerpo es un templo,
un dormido altar,
en el cual los hombres infantiles están tumbados,
rascando y mordisqueando,
por un pequeño trozo de sanidad,
del cual no puedes dar.
¡Carajo!
Individualidad,
comprando monedas con mi alma,
y un pequeño cielo invertí,
mientras el infierno me llevo.
Ladrones,
parásitos,
ocúltense de la vida,
tú sabes que ellos me recordarán.
Están aborrecidos,
en el valor propio,
todo eso me importa mucho.