Miércoles dos de febrero
año del setenta y dos
día de la Calendaria
Genaro Vázquez murió.
Cómo tocan las campanas
ay del duelo, cómo tocan
gritando a los cuatro vientos
hay balas que se equivocan.
Pueblecito de Acatlán
tú que tanto lo has querido
Genaro no se halla muerto
nomás se encuentra dormido.
Su sangre sigue enseñando
entre todos los presentes
que la muerte no hace nada
cuando hay razones urgentes.
La costa chica y la grande
saben de las cosas amargas
que la verdad como el mar
se va en resacas muy largas.
El agua de los arroyos
cada día está más clara
es la risa de Genaro
tal si Genaro cantara.
En la Sierra de Guerrero
hay muchos árboles sanos
los siembran los guerrilleros
con el sudor de sus manos.
Vuela, vuela palomita
vuela vuela entre las balas
que el corazón de Genaro
lo llevas entre las alas.